Ahora que hago memoria de aquellos tiempos, me doy cuenta de la cantidad de cosas que están ahí almacenadas, alguien me dijo alguna vez que tengo la memoria llena de cosas inservibles, mira por donde, ahora le encuentro una utilidad. El objeto lírico, nos decía Don Tomás Herreros, el profesor de lengua, es aquello en torno a lo que escribe el poeta por ejemplo la amada, la luna…una araña no puede ser un objeto lírico. Al día siguiente apareció en clase esta alumna impertinente con un poema a una araña.
En Primero nos daba clase de
Religión Don Antonio Morales, un hombre simpático y afable; en Segundo y
Tercero un cura obrero, como le llamaban entonces, sus clases eran dinámicas e
interesantes. José María Ramos nos enseñó a leer la Biblia, un libro que me
sigue interesando por todo lo que hay en él de la condición humana.
En Tercero hubo un gran cambio
porque ya nos separamos en Ciencias y Letras. Elegí Latín y Griego en lugar de
Física y Matemáticas. En algún momento hay que hacerlo. Ahora que parece que en
las clases de Ciencias están los alumnos que estudian y son responsables, hay algunos que podrían ser alumnos brillantes de Humanidades que lo pasan mal.
Aunque siempre se ha dicho “El que vale
vale y el que no, a Letras”.
En Tercero y COU impartía las
clases de Latín la Señorita Gonzala, que era la directora. Una mujer menuda,
severa, con un moño italiano y unas gafas de montura fina. Había que tener
mucho carácter y grandes cualidades para que una mujer fuera la directora. A mí
me impresionaba tanto que cuando en clase se dirigía a mí -Señorita Toscano…- a
partir de ahí, ya no oía nada más.
En Segundo el Latín era materia
común y Francisco Raya nuestro profesor. Fumaba “Bisontes” sin boquilla y tenía
los dedos del color del tabaco, en aquellos tiempos los profesores fumaban en
clase, los alumnos a escondidas. Nadie había hablado aún de que el tabaco es
cancerígeno y que influye en otras enfermedades respiratorias y
cardiovasculares. Tampoco se hablaba de otras adicciones, aunque muchas
personas de aquella generación se quedaron en el camino a causa de la heroína.
Recuerdo que se reunían en la alameda y tocaban la guitarra y cantaban por
Camarón, él era su ídolo.
Vivimos otros acontecimientos
que ocurrieron durante estos años: la muerte de Franco en el primer trimestre
de Primero. Recuerdo la imagen de Carlos Arias Navarro en la pantalla de la
televisión en blanco y negro que hacía muy poco tiempo que había llegado a mi
casa. Los mayores murmuraban palabras inaudibles y parecían tener miedo de lo
que pudiera pasar. Decretaron tres días de luto nacional en los que no tuvimos clase y luego todo volvió a la
normalidad, como si no pasara nada, aunque los cambios ya se estaban produciendo.
La señorita María Luisa nos mandó hacer un trabajo sobre la Reforma Política, ahora pienso en lo poco que sabíamos del mundo en aquellos años, o lo inocente que era yo.
Cuando se convocó el referéndum
de la Constitución de 1978 yo pude votar por primera vez.
Mi paso por el Instituto fue de un único año escolar para cursar el extinto C.O.U ( Curso de Orientación Universitaria)
ResponderEliminarGuardo muy buen recuerdo de esta experiencia y en mi memoria han quedado grabadas las clases de Matemáticas impartidas por un jovencísimo Luis Enrique Sánchez López ¡Qué bien explicaba una asignatura tan difícil de hacerte con ella si no cuentas con alguien que te haga fácil lo difícil. Ése era Luis.Tan fue así que en los estudios posteriores de Magisterio (Área de Matemáticas),viví «de la renta» de lo que había aprendido con él.
También quiero nombrar a otros profesores que fueron docentes de ese Instituto « El Pérez»,durante mucho tiempo y a los que recuerdo con admiración y cariño:
ResponderEliminarD.José Medina que nos daba Ciencias Naturales y que nos llevaba frecuentemente al laboratorio para experimentar la teoría que estudiábamos en los libros.
Rosa María Clavo y sus magníficas clases de Biología...tanto me entusiasmé con el tema de la herencia de los caracteres y las leyes de Mendel que durante un tiempo quise ser bióloga hasta que mi madre, con buen criterio,me hizo desistir ya que me daban pánico «los bichos» (A día de hoy aú soy incapaz de pasar la mano por el lomo de un gato).
A María Luisa Burgos la recuerdo porque me enseñó lo que era suspender por primera vez. Era un trabajo sobre la crisis del petróleo del año 73...Por lo que me comentó,no le había gustado la forma en que yo había hecho un resumen del problema después de leer la noticia en los periódicos. Para la segunda vez,ya me encontró preparada y en sintonía con lo que me pedía...