DESDE EL
CORAZÓN…(DE LA REFORMA)
Los niños de pueblo nunca lo hemos tenido
fácil…Si al acabar la EGB, decidías proseguir tus estudios, no solo debías
desplazarte a una localidad mayor, en mi caso, Ronda, sino además separarte de
tu familia durante toda la semana. A la edad de 14 años, no es una decisión
fácil.
Pero yo
tenía muy claro que quería ir al instituto para posteriormente continuar
en la Universidad.
Las niñas tenían como residencia el
internado de las Esclavas y mi caso no
fue diferente. De lunes a viernes convivíamos estudiantes de Bachillerato y de
FP, provenientes de las provincias de Málaga, Cádiz o Sevilla.
El instituto Pérez de Guzmán, único centro
de Bachillerato en Ronda fue mi elección. El día de mi matriculación se ofreció a mis padres la posibilidad de elegir
la modalidad de Reforma en lugar del BUP tradicional. Era el primer curso de
implantación en el centro. Tras algunas asambleas informativas mis padres eligieron
esa opción.
El principio no fue fácil: eramos los
“bichos raros” del instituto cursando aquellas enseñanzas experimentales. Para
colmo, por falta de espacio nos desplazaron a los tres grupos (R1-R2-R3), al
edificio que se encuentra enfrente del IES Martín Rivero. No se entendía qué
estudios podíamos hacer sin tener libros de texto. Los comentarios que se
hacían a nuestras familias no eran tampoco muy positivos: ”No hay nada como la
metodología tradicional…” “Nunca llegarán a la Universidad con ese
experimento…”
La Reforma Experimental de Enseñanzas
Medias (REM) constaba de cuatro cursos, denominados 1º,2º,3º y 4º de Reforma,
el término COU para nosotros no existía.
Las asignaturas eran comunes en 1º y 2º
pero en 3º y 4º había que elegir entre tres modalidades: Ciencias y Tecnología,
Humanidades o Sociales y Administrativo(esta última cursada en el Martín
Rivero):
Las asignaturas de los dos primeros
cursos eran Lengua Española, Matemáticas, Biología, Física y Química,
Tecnología, Geografía e Historia y Lengua Extranjera(Inglés o Francés),
Educación para la Convivencia y una optativa, en mi caso, Cine.
Luego en 3º y 4º dependía de cada
modalidad, yo elegí Humanidades donde obligatoriamente teníamos Matemáticas en
3º y Biología en 4º. Yo de hecho en Selectividad tenía que elegir entre Latín y
Biología e hice esta última. Una segunda Lengua Extranjera era obligatoria en
las tres modalidades.
Aparte de las evidentes diferencias en el
currículo, había otras no menos desdeñables:
-La relación profesor-alumno era
especial, mucho más estrecha y entrañable que en el BUP, aunque se tratase de
los mismos profesores. Recuerdo haber merendado crêpes en casa de nuestra
tutora, Mari Luz Campaza, almorzado empanada gallega en casa de nuestra
profesora de Lengua y Literatura María José Fernández, degustado por primera
vez una musaka en casa de nuestra profesora de Griego, Yolanda Luna, disfrutado
de una gigantesca paella para los tres grupos en casa de José Luis López Lobato
y Ana Ávila con su posterior baño en la piscina. Ya en la modalidad de
Humanidades, toda mi clase: Nina, José Antonio, Auxi, Patricia, Maite,
Rocío, Carmen Mari, Francisco y yo
fuimos invitados a pasar el fin de semana al piso de nuestro profesor de
Historia, Manolo Morales, en Maracena(Granada).
-La metodología era totalmente práctica,
la pedagogía por Proyectos actual es un legado de la Reforma.
-En cada clase, había un diario en el que
cada estudiante de forma voluntaria escribía sus impresiones y comentarios.
El hecho de estar un poco apartados del
resto, nos unió más si cabe los unos a los otros.
Hay tantas experiencias vitales en estos
cuatro cursos que nunca olvidaré y que formarán parte de mí el resto de mi
existencia:
Nuestro viaje Fin de Curso a Italia. Lo
hicimos en autobús desde Ronda y haciendo noche en LLoret de Mar y Niza a la
ida y a la vuelta. El grupo La Guardia puso la
banda sonora esa semana, y cada vez que lo escucho no puedo evitar
recordar lo qué aprendimos, disfrutamos y reímos esos días…
Increíble fue para mí, en mi primer curso,
la optativa de Cine. Nuestro profesor, José Luis López Lobato, nos ofreció la
posibilidad de hacer un examen sobre los contenidos o eximirnos del examen si
participábamos en un concurso de Guiones de Cine, organizado por el
Ayuntamiento. Yo decidí participar en el concurso, evidentemente para librarme
del examen. Pero cuál fue mi sorpresa,
cuando me anuncian que soy la ganadora con mi guión La venganza de la Rosa.
El premio consistía en un cheque de diez mil pesetas y el rodaje de la
película. La cuantía era bastante elevada para la época y se me dijo que
debería acompañarme un familiar en la entrega del premio para recoger el
cheque. Mi madre me acompañó, emocionada. Se me insistió para que yo
protagonizara la película, pero mi timidez me lo impidió, aunque aparezco en
algunas escenas como extra.
Podría continuar rememorando pero sería
interminable… Sirva este sencillo relato, como homenaje a mis compañeros y
amigos de Reforma y a nuestros maravillosos profesores, especialmente a: Antonio
Porras, Brenda Wadley, Rosario Portillo, Mari Luz Campaza, Juan Cañadas, María
José Fernández, Manolo Morales y José Luis López Lobato…que contribuyeron con
su labor, comprensión, ilusión y cariño en hacer de nosotros ciudadanos del
futuro.
Carmen Bocanegra Valle
La Orden 2 de mayo de 1984 de la Consejería de Educación y Ciencia, incorporaba a la Comunidad Autónoma de Andalucía al proceso de reforma de la estructura educativa, en colaboración con el Ministerio de Educación y Ciencias y demás Comunidades Autónomas.
Hacemos referencia a un libro que cuenta esta experiencia bajo el título: "La reforma experimental de las Enseñanzas Medias (1983-1987): Crónica de una ilusión" de varios autores, publicado en 2010.
Este libro saca a la luz un capítulo de nuestra reciente historia sin el cual no se entiende del todo la trayectoria del sistema educativo español durante los últimos veinticinco años. Sus páginas ofrecen una crónica de la Reforma de las enseñanzas medias firmada por algunos de sus protagonistas. Fue un empeño admirable, que recogió y despertó no pocas ilusiones en la España de la postransición e implicó a decenas de profesores y a centenares de alumnos, unos y otros convertidos por vez primera en actores de una tentativa insólita: hacer una reforma educativa desde abajo. No se pretende resucitar antiguas polémicas, sino proporcionar información de primera mano a los estudiosos, refrescar la memoria de quienes vivieron de cerca el desarrollo de la experiencia y someter a la consideración del lector curioso el relato de un episodio memorable.
Tras esta experiencia, hubo un proceso de reorganización y burocratización de la misma que finalizó en 1992 con la publicación de la LOGSE.